El juego cuenta con un diseño intuitivo de seis columnas con un patrón de panal, ofreciendo múltiples formas de ganar. Los jugadores disfrutan de gráficos dinámicos que dan vida a los animales prehistóricos de manera visualmente impactante. La banda sonora, con sus melodías serenas, complementa el entorno gélido y realza la inmersión en el tema de la Edad de Hielo.
La Fortuna de la Tundra presenta una alta volatilidad, dirigida a aquellos que disfrutan del desafío de pagos infrecuentes pero significativos. Su tasa de retorno al jugador promete oportunidades justas, mientras que el símbolo de mayor pago —un mamut lanudo— añade emoción. El juego también incluye símbolos comodín que actúan como sustitutos, ayudando a formar combinaciones ganadoras, especialmente durante la lucrativa función de giros gratis.
El punto culminante de la Fortuna de la Tundra es, sin duda, los giros gratis, que se activan al obtener símbolos scatter. Durante estos giros, los multiplicadores comodín aumentan significativamente las ganancias, especialmente cuando pueden multiplicarse entre sí al formar parte de la misma combinación. La posibilidad de reactivaciones amplifica aún más la emoción, haciendo de los giros gratis un componente clave del atractivo del juego.