La banda sonora inmersiva sumerge inmediatamente a los jugadores en medio de un embotellamiento lleno de tensión, con bocinas sonando, perros ladrando e incluso gritos enfurecidos. La música rock que se escucha de fondo solo añade a la energía frenética. Los visuales del juego complementan esta atmósfera, ofreciendo símbolos como llantas ponchadas y tazas de café humeante, junto a personajes caricaturescos que parecen estar a un insulto de explotar. El fondo polvoriento y sombrío retrata efectivamente la frustración de un terrible viaje, mejorando aún más el tema.
El tema central de Road Rage gira en torno a conductores sucumbiendo a sus frustraciones al volante. Situado en una carretera peligrosa, los jugadores deben navegar a través del caos, esquivando conductores agresivos para llegar a casa sanos y salvos. Para aquellos que han experimentado las irritaciones del tráfico, este juego ofrece una forma humorística de catarsis, permitiéndoles liberar algo de la ira del camino en un entorno seguro y digital.
En general, Road Rage destaca por su tema único y polarizador. Aunque la estadística promedio de retorno al jugador y la alta volatilidad lo hacen una opción viable para estrategas inclinados hacia lo matemático, el éxito del juego depende de la tolerancia personal hacia su tema abrasivo. Además, una combinación de características de bonificación asegura un compromiso sostenido, haciendo de este una opción cautivadora para aquellos dispuestos a abrazar la locura de un viaje caótico.