Visualmente, el juego se sumerge en el género steampunk, aunque se queda un poco corto en abrazarlo por completo. Los carretes presentan algunos personajes bien dibujados y símbolos básicos como un gancho de barco, una rueda, un ancla y una brújula. Sorprendentemente, el esperado dirigible no hace su aparición más allá del arte introductorio. Sin embargo, el audio compensa con creces cualquier deficiencia visual. La banda sonora, que recuerda a las partituras cinematográficas de mediados del siglo, está bellamente compuesta y enriquecida con sonidos temáticos de lluvia, mejorando la experiencia general con efectos de sonido y animaciones apropiadas.
El tema del juego gira en torno a audaces aviadores steampunk que navegan sus dirigibles a través de nubes tormentosas. Con sus arpones y equipos de barco, estos personajes están listos para la aventura en medio de cielos oscuros y tormentosos acompañados de viento y lluvia. El escenario es único para una máquina tragamonedas y crea una atmósfera distintiva y potencialmente atractiva para los jugadores, incluso si el diseño podría haberse explotado más para utilizar plenamente los ricos elementos steampunk.
Riders of the Storm ofrece un porcentaje de retorno al jugador competitivo cercano al estándar de la industria. El rango de apuestas es flexible, atendiendo tanto a jugadores conservadores como de alto riesgo. La volatilidad del juego se puede ajustar según la elección del jugador de juegos de bonificación, siendo la volatilidad más alta óptima para ciertas estrategias. A pesar de algunos elementos temáticos poco desarrollados, la sólida mecánica, la atractiva banda sonora y las emocionantes opciones de bonificación hacen de esta tragamonedas una opción recomendada tanto para los entusiastas casuales como para los experimentados.