Ambientado en una elegante joyería, el atractivo visual del juego es modesto pero efectivo, con sonidos de cristales rompiéndose que aumentan el realismo. Cuatro criminales enmascarados como payasos se destacan, añadiendo un aire de misterio. La acción pulsante se intensifica durante el juego de bonificación cuando se activan los sistemas de seguridad, acercando los premios en efectivo de manera tentadora.
El RTP se sitúa en torno al promedio de la industria, mientras que la volatilidad del juego aumenta dramáticamente durante la fase de bonificación. El juego base es más predecible, pero las rondas de bonificación llenas de acción ofrecen mayores recompensas. Los límites de apuestas son flexibles, acomodándose tanto a jugadores cautelosos como a apostadores altos.
La innovadora función de romper cristales es central en la jugabilidad, donde los jugadores deben obtener pilas completas de carretes para romper el vidrio y activar los giros gratis. El tema, aunque un poco estático, podría haber sido más dinámico, pero las mecánicas únicas del juego ofrecen una experiencia cautivadora. Su intrigante diseño merece una oportunidad, incluso si puede dividir opiniones.