El Árbol de Navidad Más Feliz ofrece una jugabilidad simple y directa con una cuadrícula estándar de cinco por tres y un juego obligatorio de cuarenta líneas de pago. Aunque esto puede carecer de variedad, el encanto del juego reside en sus bonificaciones, que son tanto simples como ingeniosas. Estas bonificaciones contribuyen significativamente al atractivo general de la tragamonedas. El retorno al jugador del juego es impresionantemente alto en comparación con el promedio de la industria, lo que lo convierte en una opción favorable. El rango de apuestas abarca desde bajo hasta muy alto, acomodando a casi todos los jugadores, excepto aquellos con los presupuestos más pequeños. Su alta volatilidad es adecuada para estrategias que favorecen grandes ganancias sobre pequeñas y frecuentes.

Gráficamente, El Árbol de Navidad Más Feliz deja mucho que desear. Los símbolos son poco atractivos y sufren de pixelación, un problema común en los juegos de Habanero de este tipo. Aunque las animaciones son fluidas, no logran inspirar, con arte de fondo y animaciones de ganancia bastante aburridas. La banda sonora intenta emular un ambiente festivo, pero termina sonando como una parodia de los clásicos navideños de películas como Mi Pobre Angelito.

El tema del juego ostensiblemente se centra en un árbol de Navidad, aunque se siente más como un árbol genérico en una aldea nevada. Aunque es estacional, este tema puede parecer fuera de lugar durante la mayor parte del año. Su sensación cursi es típica de muchos artículos temáticos de Navidad, lo que lo hace encantador para algunos pero desagradable para otros que podrían encontrarlo demasiado sentimental o cursi.

En conclusión, a pesar de sus deficiencias estéticas, El Árbol de Navidad Más Feliz se redime con una jugabilidad sólida, un excelente retorno al jugador y una volatilidad adecuada para el juego estratégico. Las cuarenta líneas de pago obligatorias establecen una apuesta mínima que podría ser un poco elevada para los jugadores conservadores, pero es manejable para otros. Dado su tema estacional y su alto potencial de ganancias, podría ser una opción valiosa para aquellos dispuestos a pasar por alto sus fallos artísticos.